09/04/2021 a las 09:14 CEST
Es uno de los contenidos ‘estrella’ de la Ley de Cambio Climático aprobada recientemente por la Comisión de Transición Ecológica del Congreso de los Diputados: los automóviles de gasolina, diésel u otros combustibles fósiles ya no se venderán después de 2040. Y sin embargo, ¿eso significa que a partir de ese año en adelante, ¿todos esos vehículos desaparecerán como por arte de magia de nuestras calles y carreteras? ¿Estará prohibido circular con los que aún existen entonces?
Los artículos de la ley dejan claro que Los vehículos con motor de combustión no pueden comercializarse. (gasolina, diesel y otros derivados del petróleo) a partir de ese año. Es decir, los concesionarios de automóviles no podrán tener este tipo de automóvil en stock ni podrán registrarse.
Sin embargo, un vehículo que se venda, por ejemplo, en diciembre de 2040, puede seguir circulando mientras esté en condiciones de hacerlo, lo que significa que probablemente habrá un número importante de coches térmicos en las carreteras españolas hasta bien entrada la fecha. la década de 2050. .
Lo que dice la ley aprobada
Es cierto que la redacción del artículo del proyecto de ley aprobado en el Congreso (necesita su aprobación por el Senado antes de que entre en vigencia, lo que puede suceder en veinte días) no es muy categórica. Sin embargo, tampoco deja lugar a dudas. El artículo 12 dice en su primer apartado que las distintas Administraciones españolas “adoptarán medidas para conseguir en 2050 una flota de turismos y vehículos comerciales ligeros sin emisiones directas de CO2”.
El apartado 2 del mismo artículo es el que más especifica: “En el desarrollo de la estrategia de descarbonización al 2050, se adoptarán las medidas necesarias, de acuerdo con la normativa de la Unión Europea, para que los coches nuevos y los vehículos comerciales ligeros, excluyan los registrados como históricos. Los vehículos, no destinados al uso comercial, reducen gradualmente sus emisiones, de modo que a más tardar en 2040 son vehículos con emisiones de 0g CO2 / km& rdquor;.
Pero, ¿qué pasa con el resto de Europa? ¿Es el caso español un hecho singular? Ni mucho menos. En realidad, el horizonte 2040 es bastante conservador si lo comparamos con lo que ya han decidido otros países de nuestro entorno.
Gran Bretaña, en 2030; Noruega, en 2025
Es el caso de Bretaña. Su primer ministro, Boris Johnson, que hasta hace poco ridiculizaba incluso el cambio climático, ha tomado la iniciativa y ahora se ha convertido en el campeón de lo que él llama “una revolución verde”. Su gabinete ha prohibido los coches de gasolina y diésel a partir de 2030, es decir, diez años antes que en España.
El Gobierno británico, de hecho, ha adelantado esa prohibición en algunos años con respecto a su objetivo inicial. Por supuesto, el gobierno inyectará un presupuesto de 582 millones de libras en sus presupuestos para ayudar a la compra de vehículos de cero emisiones.
Johnson también asegura que esta apuesta por el vehículo eléctrico generará unos 250.000 puestos de trabajo en sectores como energía, transporte y tecnología.
Sin embargo, si un país bate récords de prisa en la desaparición de automóviles contaminantes, sin duda es Noruega. Su gobierno decidió en la última década que para el 2025 (dentro de cuatro años) los vehículos que emiten gases tóxicos ya no deberían venderse ni registrarse, incluidos los híbridos (que tampoco dejan de tener motor térmico).
Noruega, sin embargo, es un caso especial. Gracias al fuerte compromiso de su Administración con la descarbonización, ya en 2015 el 25% de todos sus coches eran 100% eléctricos, pero en 2020 el porcentaje ya era del 54,3%. Es decir, ya hay más coches eléctricos que térmicos en el país.
Llama la atención que esta situación se da en un país cuyo PIB se basa, sobre todo, en la industria petrolera.
Suecia también ha fijado, como Gran Bretaña, el año 2030 como el fin de los vehículos contaminantes. Pero ese es también el año elegido por muchas otras naciones: Holanda, Eslovenia, Austria, Costa Rica, Corea del Sur o Israel.
Y también India y China han anunciado el fin de las emisiones en la movilidad motorizada en sus carreteras. India, que es el cuarto mayor emisor de gases de efecto invernadero, también se ha fijado el año 2030 como horizonte para el mismo objetivo, aunque nadie desconoce las dificultades que la propia naturaleza del mercado automovilístico indio impondrá en este caso.
China, que es el número uno en emisiones globales, pretende acabar con los vehículos contaminantes para el año 2040. Si este objetivo se materializa en este país, representaría un paso fundamental, dada la inmensa cantidad de vehículos que tiene, alrededor de 300 millones, incluidas también las motocicletas. , según los últimos datos.
Te puede interesar: Baterías eléctricas o combustibles fósiles: ¿Qué es lo que más daña el medio ambiente?